La nanotecnología podría ayudar en un futuro para diagnosticar enfermedades pulmonares y respiratorias como el EPOC. Aún así, la técnica no se probará en humanos hasta dentro de 3 años.

«Son partículas duales», explica Jesús Ruiz Cabello, el jefe de la Unidad de Imagen del CNIC. «Llevan un isótopo radiactivo que sirve para hacer imagen PET y ofrecer imágenes internas del cuerpo a una altísima resolución. Las particularidades de su núcleo hace que estas partículas consigan una mejora en la imagen y reduzcan su toxicidad”.

Además, se mantienen un largo tiempo en circulación en sangre, «lo que las convierte en una plataforma ideal para el posterior desarrollo de sensores específicos», asegura Fernando Herranz, uno de los expertos que presentará la nueva herramienta. Estas partículas son óxido de hierro y el elemento radiactivo que llevan dentro se transforma en Zinc.

Ruiz insiste en la importancia de esta investigación, que se diferencia de las habituales partículas “mono” que se utilizan ya en nanotecnología y que no son capaces de realizar estas dos funciones.

El proyecto lo están desarrollando tanto el CNIC como un equipo de expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (Ciberes). Se ha pedido un proyecto europeo para estudiar la posibilidad de que en algún momento lleguen a la clínica. La solicitud del proyecto es de dos fases, y si se aceptase las primeras pruebas en humanos se plantean a partir del tercer año.

No es la única propuesta que han presentado durante las Jornadas de Formación del Ciberes, que ha tenido lugar recientemente. “A partir de ahora, al proyecto se añadirán otras posibilidades, no solo como tratamiento sino para, por ejemplo, reflejar información molecular”, añadir microARN específicos como biomarcadores para obtener diagnóstico, además de terapias en el síndrome de distrés respiratorio agudo con daño alveolar difuso.

Fuente: http://www.consalud.es/