El quitosano es un polisacárido que compone los exoesqueletos de los crustáceos, pero también podría emplearse para cerrar heridas y curar quemaduras si se le agrega otro ingrediente conocido desde la antigüedad para evitar infecciones, la plata. Este es el fundamento con el cual científicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG) han desarrollado películas delgadas —como la capa más grácil de una cebolla— con quitosano, empleándolo como un andamio que soporte nanopartículas de plata. 

Esta investigación básica fue premiada con el Premio a la Innovación en Bionanotecnología Cinvestav-Neolpharma, y busca combinar las mejores propiedades de ambos compuestos para en el futuro obtener un producto farmacéutico que incluso pueda cerrar úlceras diabéticas.

En su experimento, los investigadores evaluaron el efecto de estos componentes en la y “repitelización” de tejidos en ratas de laboratorio, a las que se les aplicó una incisión, que mostraron una mayor recuperación que otros roedores sin la película. “En la reparación de la dermis —señaló Francisco Javier Gálvez Gastélum, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG y participante del proyecto— hay procesos que involucran inflamación, inmunología y remodelación de matriz celular, entre otros, y la aplicación de la película podría modular algunos de estos”.

A diferencia de la plata, aún se desconoce el mecanismo exacto por el cual el quitosano colabora en la reparación de tejido, pero las investigaciones de los especialistas refieren que hay una correlación independiente de la agregación de nanopartículas. Otros estudios realizados por el grupo de investigación de la UdeG, añadió en conferencia ayer en el Cinvestav, han demostrado experimentalmente que la aplicación de geles con quitosano permite la reparación de úlceras diabéticas a nivel clínico. Los datos de ese estudio se publicarán el próximo año.

Lo que buscan los científicos es si la combinación de las nanopartículas de plata con quitosano induce una recuperación mejor en el proceso de reparación de las zonas dañadas y éste no sólo funciona como andamio. En una siguiente etapa, los expertos analizarán el proceso en modelos experimentales de diabetes, señala Irinea Yáñez Sánchez, investigadora del Centro Universitario de los Valles de la UdeG.

 

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