Científicos de la Universidad de Berna (Suiza) han desarrollado una nueva sustancia para el tratamiento de infecciones bacterianas graves sin antibióticos, lo que evitaría el desarrollo de la resistencia a antibióticos.

Desde el desarrollo de la penicilina hace casi 90 años, los antibióticos se han mantenido como el patrón oro en el tratamiento de infecciones bacterianas.

Sin embargo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha advertido en repetidas ocasiones de una aparición creciente de bacterias que desarrollan resistencia a los antibióticos. Una vez que éstos ya no protegen contra la infección bacteriana, una simple neumonía puede ser mortal. Aún no hay conceptos terapéuticos alternativos que conduzcan a la eliminación de las bacterias, sin promover esa resistencia.

Novedosa alternativa

Sin embargo, un equipo internacional de científicos ha probado una nueva sustancia, que ha sido desarrollada por Eduard Babiychuk y Annette Draeger, del Instituto de Anatomía de la Universidad de Berna. Este compuesto constituye un enfoque novedoso para el tratamiento de infecciones bacterianas: Los científicos diseñaron nanopartículas artificiales hechas de lípidos, liposomas, que se asemejan estrechamente a la membrana de las células huésped.

Las colas lipófilas de los lípidos forman una membrana de doble capa que es hidrófila en sus partes exteriores y lipófila en su interior. Por lo tanto, el interior y el exterior de un liposoma es hidrosoluble y el interior de la membrana del liposoma es liposoluble. Por definición, los liposomas contienen un núcleo de solución acuosa.

Estos liposomas actúan como señuelos para las toxinas bacterianas y así son capaces de captarlas y neutralizarlas. Sin toxinas, las bacterias se vuelven indefensas y pueden ser eliminadas por las células del sistema inmunitario del huésped. El estudio fue publicado ayer en Nature Biotechnology.

Cebo artificial

En la medicina clínica, los liposomas se utilizan para introducir medicación específica en el cuerpo de los pacientes. Aquí, los científicos han creado liposomas que atraen a las toxinas bacterianas y así protegen a las células huésped de ataques de toxinas peligrosas.

«Hemos creado un cebo irresistible para las toxinas bacterianas. Las toxinas son atraídas fatalmente por los liposomas, y una vez que están unidas a ellos, pueden ser eliminadas fácilmente sin peligro para las células huésped», explica Eduard Babiychuk, que dirigió el estudio, en la nota de prensa recogida por AlphaGalileo.

«Dado que no se ataca a las bacterias directamente, los liposomas no promueven el desarrollo de la resistencia bacteriana», agrega Annette Draeger.

Los ratones que fueron tratados con liposomas de una septicemia letal provocada en laboratorio sobrevivieron sin tratamiento antibiótico adicional.

Fuente: http://www.tendencias21.net/