Si nos centramos en el prefijo “nano”, del griego “nain”, estamos hablando de una unidad de medida, el nanómetro, milmillonésima parte del metro. Para hacernos una idea, un cabello tiene 80.000 nanometros de ancho y un glóbulo rojo 7.000.

Los orígenes de la nanotecnología se remontan a la conferencia histórica que, en 1959, pronunció Richard Feynman en el Instituto de Tecnología de California: “There´s plenty of room at the bottom”, traducido como “en el fondo hay espacio de sobra”. En su ponencia esboza la idea de crear objetos a partir de átomos individuales. Sin citar el término “nano”, Feynman hablaba de la manipulación y control de objetos a muy pequeña escala. Teníamos como antecedentes de esta nueva forma de pensar, ver e intuir el mundo de la ciencia a:

Michel Faraday que, en 1857, descubre el Oro coloidal.
Albert Einstein que, en 1905, explica la existencia de los coloides.
Langmuir que, en 1932, descubre les couches de una molécula.

En 1974, Norio Taniguchi, de la Universidad de Ciencias de Tokio, designa una técnica de producción a escala nanométrica, procesos de separación, consolidación y deformación de materiales con la ayuda de un solo átomo o una sola molécula. Hemos atravesado la barrera del mundo material clásico de la biología, células, bacterias y virus para entrar en el mundo subatómico, en el que las propiedades de los materiales son muy diferentes a lo conocido hasta el momento.

El término nanotecnología identifica una nueva realidad, significa que la ciencia y la tecnología permitirán comprender, medir, manipular y producir, en los niveles atómico, molecular y supramolecular, materiales, instrumentos y sistemas con una organización, propiedades y funciones moleculares fundamentalmente diferentes a las conocidas.

La Royal Society and Royal Academy of Engineering hablaba ya en 2004 de “nanociencia y nanotecnología, cambios e incertidumbres”, matizando:

Nanociencia.- Referida al estudio de fenómenos y manipulación de materiales a escala atómica, molecular y macromolecular, donde las propiedades difieren de manera sustancial a lo que ocurre en las macroescalas.

Nanotecnología.- Se refiere a una gran diversidad de instrumentos, técnicas y aplicaciones potenciales que controlan la producción y aplicación de estructuras y sistemas, en la escala nanométrica.

Fue en la década de los ochenta cuando Eric Drexler publica “Engines of Creation” (1986). Inspirado por las ideas de Feynman, consolida el término nanotecnología.

La invención del microscopio de efecto túnel (Binning y Rohrer, en 1981) y las nuevas formas del carbono, los fullerenos, (R.E. Smalley, en 1985) marcarían de forma definitiva el contenido de la nanotecnología, capaz de hablar entonces de la existencia de un nanomundo. Las aplicaciones de la nanoelectrónica en los nuevos ordenadores, es un buen ejemplo, como lo es también conocer las características moleculares y ultraestructurales de las membranas de las células humanas, como marcadores de enfermedad, usando la microscopia de fuerza atómica y sus estudios microtopográficos. El uso de nanobiosensores permite conocer la microdinámica de las células, sus características ultraestructurales y la manera cómo se regulan sus complejas funciones, como el crecimiento, desarrollo y muerte celular. Incluso con criterios poco realistas y de ciencia ficción, algunos autores han llegado a hablar de la posible creación de los nanorobots polivalentes, capaces de reparar ADN y conseguir la inmortalidad celular.

De nuevo los científicos se ven abocados a colaborar desde la diversidad del conocimiento, la especialización y los valores. Sólo juntos podremos hacer grandes cosas y solos, hacemos buenas las palabras de don Jacinto Benavente: “el hecho de que nos consideren mejor de lo que somos nos obliga a serlo”.

Fuente: http://www.teinteresa.es/