La nanotecnología es un nuevo planteamiento centrado en la comprensión y el dominio de las propiedades de la materia a escala nanométrica: un nanómetro (la mil millonésima parte de un metro) viene a ser la longitud de una pequeña molécula. A esta escala, la materia ofrece propiedades diferentes y, muchas veces, sorprendentes, de tal manera que las fronteras entre las disciplinas científicas y técnicas establecidas a menudo se difuminan. De ahí el fuerte carácter interdisciplinario inherente a la nanotecnología.
Con frecuencia se dice que la nanotecnología es potencialmente “disruptiva” o “revolucionaria” por sus efectos en los métodos de producción industrial. Se trata de una tecnología que ofrece posibles soluciones a muchos problemas actuales mediante materiales, componentes y sistemas más pequeños, más ligeros, más rápidos y con mejores prestaciones. Lo que permite generar nuevas oportunidades de creación de riqueza y empleo. También se considera que la nanotecnología puede hacer una aportación esencial a la solución de problemas medioambientales de carácter mundial por el desarrollo de productos y procesos más ajustados a usos específicos, el ahorro de recursos, y la disminución de emisiones y residuos.
Actualmente, se están haciendo enormes progresos en la carrera nanotecnológica mundial. En Europa se empezó ya a invertir en programas de nanotecnología a partir del período que va de mediados a finales de la década de los 90. Lo que ha permitido crear una fuerte base de conocimientos, y ahora hay que asegurar que la industria y la sociedad europeas recojan los frutos de esta labor mediante el desarrollo de nuevos productos y procesos.
La nanotecnología es el tema de una reciente Comunicación de la Comisión (“Hacia una estrategia europea para las nanotecnologías”). En ella, se propone no sólo impulsar la investigación en nanociencias y nanotecnologías sino, además, tener en cuenta varias otras dinámicas interdependientes:
• Es necesaria una mayor coordinación de la inversión y los programas de investigación nacionales para que Europa cuente con equipos e infraestructuras (“polos de excelencia”) que puedan competir a nivel internacional. Al mismo tiempo, es esencial la colaboración entre los organismos de investigación del sector público y privado de toda Europa, para alcanzar una masa crítica suficiente.
• No hay que descuidar otros factores de competitividad, como una metrología, una reglamentación y unos derechos de propiedad intelectual adecuados, a fin de preparar el camino para que la innovación industrial sea una realidad y genere ventajas competitivas, tanto para las grandes como para las pequeñas y medianas empresas.
• Son de gran importancia también las actividades relacionadas con la educación y la formación; en particular, existe un margen para mejorar la actitud empresarial de los investigadores, así como la buena disposición de los ingenieros de producción respecto al cambio. Por otra parte, la realización de una verdadera investigación interdisciplinaria en el área de la nanotecnología requiere nuevos planteamientos de educación y formación aplicables tanto a la investigación como a la industria.
• Los aspectos sociales (como la información y la comunicación al público, las cuestiones sanitarias y medioambientales, y la evaluación del riesgo) son otros tantos factores clave para asegurar el desarrollo responsable de la nanotecnología y la satisfacción de las expectativas de los ciudadanos. La confianza del público e inversores en la nanotecnología será crucial para su desarrollo a largo plazo y para su aplicación de manera fructífera.
La finalidad de este folleto es mostrar qué es la nanotecnología y qué puede ofrecer a los ciudadanos europeos.
Ezio Andreta
Director de “Tecnologías Industriales”
Dirección General de Investigación
Fuente: COMISIÓN EUROPEA