NANOTECNOLOGIA-EMPRESAA veces, el tamaño importa. Y mucho. A escala nanométrica (N.d.R.: un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro. Es como comparar una pelotita de golf con el tamaño del planeta Tierra), la materia cambia sus propiedades. En ese sentido, la nanotecnología, que ya tiene aplicaciones en los sectores farmacéutico, automotriz y textil, por citar algunos casos, está protagonizando una nueva revolución industrial pero en el ámbito de lo infinitamente pequeño. 
Como sucedió con la biotecnología, la nano está experimentando un boom en su aplicación a los procesos productivos de las empresas, y en la creación de nuevos emprendimientos de base tecnológica. En la Argentina, el programa Nanopymes, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, impulsa la competitividad y la creación de empresas y empleo, a través de financiamiento para incorporar este tipo de tecnologías a la gestión de las pymes argentinas. En este marco, el español Marc Ramis Castelltort, doctor en Bioquímica por la Universidad de Oxford y emprendedor tecnológico, visitó el país para brindar una serie de talleres a investigadores y empresarios del rubro. En diálogo con Pyme, el fundador de la consultora Tech & Business Innovation, empresa surgida en la incubadora de la Universidad Politécnica de Valencia, se explayó sobre innovación abierta y transferencia tecnológica. 
z ¿Cómo se puede llevar el conocimiento de un laboratorio a la línea de producción de una pyme? 
En España, se generó en los últimos años una red de microempresas de nano, que surgían en los laboratorios de centros de investigación y universidades. Y aquí puede suceder lo mismo.

z ¿Cómo se hace la transferencia para que una investigación llegue a una empresa o genera la creación de una nueva?
Hay dos opciones: crear o aplicar. En esto, es muy importante el rol de las oficinas de transferencia. Ellas identifican las innovaciones. Luego, hacen la evaluación y se ocupan de la protección de la propiedad intelectual. Le sigue la traslación y búsqueda de mercado. En este proceso, hay dos salidas: crear una empresa o licenciar desarrollo a una empresa en marcha.

z ¿Cuál es el modelo de negocios más apropiado para este tipo de empresas? 
Cuando algo es muy nuevo, y la nanotecnología lo es, hay mucho riesgo asociado. Por eso, las empresas surgen con apoyo de universidades y del Estado. Cuando se generó el sector biotecnológico en las cosas Este y Oeste de los Estados Unidos, con compañías como Genzyme y Gentech, los laboratorios farmacéuticos fueron el tractor de esto, junto con la presencia de universidades y regulaciones adecuadas por parte de los Estados. En nanotecnología no hemos llegado a ese nivel de desarrollo, pero se está en camino.

z ¿Cómo se hace la transferencia para que una investigación llegue a una empresa o genera la creación de una nueva?
Hay dos opciones: crear o aplicar. En esto, es muy importante el rol de las oficinas de transferencia. Ellas identifican las innovaciones. Luego, hacen la evaluación y se ocupan de la protección de la propiedad intelectual. Le sigue la traslación y búsqueda de mercado. En este proceso, hay dos salidas: crear una empresa o licenciar desarrollo a una empresa en marcha. 

z ¿Las universidades tienen que salir a buscar empresas o las éstas ir a buscar soluciones tecnológicas a la universidad?
En general, es más un tema de desarrollo e impulso tecnológico (technology push) y no que las empresas vengan a la universidad a buscar una solución. Hoy, las universidades van a las empresas y les preguntan qué quieren o necesitan. Por eso, es importante que cuenten con una oficina de Transferencia Tecnológica. Todo sitio, donde se genere conocimiento, debería tener una. 

z ¿Cuáles son las innovaciones que el mercado está demandando en este sentido y que las universidades y centros de investigación podrían ofrecer? 
Los retos no son tecnológicos sino empresarios. Tienen que ver con reducir costos, desarrollar nuevos productos, expandir el mercado. Hay que convertir esos retos en oportunidades y, luego, en proyectos. Son estos proyectos los que requieren tecnología. Hay que ir a las firmas y ver qué están demandando. Porque, si voy a una firma con la mejor tecnología, pero que no encaja en lo que ella necesita, no funciona. 

z Se habla de ‘Innovación abierta’, ¿los científicos y los empresarios están dispuestos a compartir sus proyectos?
Hoy, la oportunidad está en abrir las tecnologías para que emprendedores e investigadores ofrezcan soluciones. Y la ganancia de esta apertura es mayor al riesgo de que ‘te roben la idea’.

Fuente: http://www.cronista.com/pyme/-Los-desafios-no-son-tecnologicos-sino-empresarios-20140320-0006.html